TEORÍA DE GORDON

 

La teoría de la personalidad de Gordon Allport💭

El psicólogo estadounidense ideó uno de los más respetados corpus teóricos sobre la personalidad.







Definición de la personalidad:

El psicólogo Gordon Allport definió a la personalidad como la alineación dinámica de los sistemas psicofísicos que establecen en la persona un modo de actuar y de pensar.

Allport sostiene que esta varía de un individuo a otro, argumentando que depende de la adaptación al entorno que tenga cada persona.

Origen: La personalidad tiene origen a base de tres factores.

·        Biológicos: La herencia y los factores maternos prenatales.

·        Ambientales: El aprendizaje por contigüidad, el instrumental y vicario.

·        Bioambientales: Forma parte de la base del desarrollo neuropsicológico y donde está inextricablemente unido lo biológico y lo ambiental.

Teoría de los rasgos de la personalidad de Gordon Allport

El psicólogo estadounidense proponía que la personalidad estaba compuesta por 3 tipos de rasgos: cardinal, central y secundario.

 

·        Rasgos cardinales: Estos dan forma a la persona, al sentido que tiene de sí misma, a su composición emocional y a su comportamiento. Estas personas pueden llegar a ser identificadas con estos rasgos que sus nombres se les asocian.

Como ejemplo de figuras históricas con un fuerte rasgo cardinal podrían ser Abraham Lincoln por su honestidad o Marqués de Sade por el sadismo.

 

·        Rasgos centrales: Son las características generales que forman los fundamentos básicos de la personalidad. No son tan dominantes como los cardinales. La teoría de Allport propone que cada persona tiene entre 5 y 10 rasgos centrales, pero estos tendrían diversas escalas dentro de los mismos individuos.

Los ejemplos podría ser la honestidad, inteligencia o timidez de una persona. Dependiendo de cómo lo aprecie quien lo describe.

 

·        Rasgos secundarios: Son rasgos que se relacionan con actitudes o preferencias. Estas disposiciones son significativamente menos identificables en las personas. Una persona que cuyo rasgo cardinal sea el asertividad, puede mostrar signos de sumisión si la policía lo de tiene por alguna circunstancia. Allport sostiene que los rasgos secundarios son difíciles de detectar porque tienen que ser estimulados.

 

Concluyó que los rasgos no existen de manera independiente. Agregando que en algunos momentos los rasgos podrían entrar en conflicto debido a lo que requiera la situación. La teoría de los rasgos de la personalidad de Gordon Allport es considerada una de las obras pioneras en el campo de la psicología de la personalidad.

 

 El Propium y su configuración en la personalidad

Ya que Allport puso tanto énfasis en el Self o Proprium, tenía que ser lo más preciso posible con su definición. Lo hizo desde dos direcciones, fenomenológica y funcionalmente.

 

Primero, desde una perspectiva fenomenológica, sería el Self como algo que se experimenta, que se siente. Allport sugirió que el Self está compuesto por aquellos aspectos de la experiencia que percibimos como esenciales (algo opuesto a lo incidental o accidental), cálido (o “querido”, opuesto a emocionalmente frío) y central (como opuesto a periférico).

 

Su definición funcional se convirtió en una teoría del desarrollo por sí misma. El Self tiene 7 funciones, las cuales tienen a surgir en ciertos momentos de la vida:

 

  1. ·        Sensación del cuerpo
  2. ·        Identidad propia
  3. ·        Autoestima
  4. ·        Extensión de uno mismo
  5. ·        Auto imagen
  6. ·        Adaptación racional
  7. ·        Esfuerzo o lucha propia (Propriate)

La Sensación corporal se desarrolla en los primeros dos años de vida. Tenemos un cuerpo, sentimos su cercanía y su calidez. Tiene sus propios límites que nos alertan de su existencia a través del dolor y la injuria, el tacto o el movimiento. Allport hacía gala de una demostración en este aspecto del Self: imaginemos que escupimos dentro de un vaso y…¡luego nos lo bebemos! ¿Qué pasa; ¿dónde está el problema? ¡Desde luego es la misma cosa que nos tragamos todos los días! Pero, por supuesto ha salido de dentro de nuestro cuerpo y se ha vuelto algo extraño, y por tanto, ajeno a nosotros.

 

La Identidad Propia (del Self; de uno mismo) también se desarrolla en los primeros dos años de vida. Hay un momento en nuestra vida donde nos consideramos como entes continuos; como poseedores de un pasado, un presente y un futuro. Nos vemos como entes individuales, separados y diferenciados de los demás. ¡Fíjense que incluso hasta tenemos un nombre! ¿Serás la misma persona cuando te levantes mañana? Claro que sí. Desde luego, asumimos esta cuestión.

 

La Autoestima se desarrolla entre los dos y los cuatro años de edad. También llega un momento donde nos reconocemos como seres valiosos para otros y para nosotros mismos. Esta circunstancia está íntimamente ligada al desarrollo continuo de nuestras competencias.

 

La Extensión de uno mismo (extensión del Self) se desarrolla entre los cuatro y seis años de edad. Algunas cosas, personas y eventos a nuestro alrededor también pasan a ser centrales y cálidos; esenciales para nuestra existencia. ¡”Mío” es algo muy cercano a “Mi” (“yo”) Algunas personas se definen a sí mismas en virtud de sus padres, esposas o hijos; de su clan, pandilla, comunidad, institución o nación. Otros hallan su identidad en una actividad: soy un psicólogo, un estudiante o un obrero. Algunos en un lugar: mi casa, mi ciudad.

 

La Auto imagen (imagen de uno mismo) también se desarrolla entre los cuatro y seis años. Este sería “el reflejo de mí”; aquel que los demás ven. Esta sería la impresión que proyecto en los demás, mi “tipo”, mi estima social o estatus, incluyendo mi identidad sexual. Es el principio de la conciencia; del Yo Ideal y de la “persona”.


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